Los científicos siguen investigando a Jesús, porque en el fondo quieren conocer más de este Maestro.
Lineth Rodríguez
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Los adelantos tecnológicos no solo han servido a lo largo de la historia para el desarrollo del hombre. Con ellos hemos descubierto parte de la historia cristina que muchos desconocíamos y aunque todavía hay escépticos que dudan de todos estos aciertos, no se puede negar que los adelantos tecnológicos siempre han estado presentes.
EL SANTO SUDARIO
Entre los descubrimientos más relevantes que podemos citar está “El santo sudario”. Esta sábana supuestamente es el manto sagrado con que enterraron a Jesús y el que fue hallado en Turín, Italia. En el 2004, los científicos Fanti y Roberto Maggiolo, del departamento de ingeniería mecánica de la Universidad de Padua en Italia estudiaron una tela de lino muy antigua que reflejaba la imagen de un hombre que había sangrado, y la que reposaba en esa ciudad desde 1578, pero tras muchas pruebas de ADN, descubrieron que el manto databa del siglo XIII después de Cristo.
SELLO
En la búsqueda de más información, a principio de este año, arqueólogos israelíes descubrieron en Jerusalén un sello de unos 2.500 años de antigüedad que, según algunos expertos, confirma la teoría de que la Biblia se puede emplear como fuente de documentación histórica. En el sello aparece en caracteres hebreos arcaicos el nombre de la familia Témaj, que de acuerdo con el Libro de Nehemías figuró entre los exiliados que regresaron a Judea en el 537 antes de Cristo tras el fin de su cautiverio en Babilonia, en el actual Irak.
EL ARCA PERDIDA
Tan importante son los aportes que los científicos pueden aportar con sus implementos computacionales a nuestra historia que programas de televisión dedican horas a indagar más en épocas muy antiguas, incluso antes de Jesús.
En el Monte de Arat, región de Turquía, muestras bíblicas aseguran que fue el lugar escogido por Dios para que Noé construyera el arca. A estas aseveraciones milenarias muchos científicos han desestimado firmeza, ya que no han podido encontrar con exactitud rastros de algo que tuvo capacidades casi insólitas.
En 1959, un piloto turco que sobrevolaba el área tomo fotografías Montes Ararat para el instituto Geodetic de Turquía. El Dr. Brandenburger, de la Universidad estatal de Ohío, E.E.U.U., después de estudiar las fotografías concluyó, "no tengo ninguna duda de que este objeto es un barco. En toda mi carrera, nunca he visto un objeto como éste en una fotografía aérea".
Se creyó que estos restos eran parte del Arca de Noé, con 4400 años de antigüedad. Pero luego de un estudio exhaustivo que tomó día y medio en aquella zona se descubrió que no podría ser el arca.
Lo interesante es que a falta de episodios de la vida humana, que solo hemos podido ver a través de libros y de pruebas que a diario los científicos tratan de debatir con un libro que se ha vulto parte de la cultura cristiana, la tecnología siempre juega un papel importante.