Cansada de trabajar para otros, Irene Hernández se aventuró en un negocio propio de bisutería, y hoy, a cinco años de haber iniciado esta hazaña, se siente contenta y orgullosa de su labor, porque puede ver cómo los frutos de su empresa aportan en su hogar y ayudan a otros.

A Irene la encontramos de miércoles a domingo en el lugar de los Pozos Termales en El Valle de Antón, a ella, por ser de la comunidad, le permiten vender sus productos en estos terrenos sin tener que pagar un alquiler, porque es un acuerdo que se tiene para apoyar a los residentes del sector.

PRECIO ESPECIAL

En este puesto de bisutería, todos sus clientes se van contentos, porque los nacionales pagan la mercancía a un costo irrisorio y a los extranjeros les cuesta un poquito más. Los clientes se van satisfechos y siempre cuando vuelven al Valle de Antón la buscan, porque sus productos son los mejores en el mercado.

MAS VENDIDOS

La mercancía que más se vende entre los extranjeros son los balconcitos, los productos tallados en madera, las toallas pintadas, mientras que el panameño lo que más compra son los collares y las pulseras.

DADIVOSA

Irene tiene más de nueve años que realiza las fiestas en épocas de Navidad para los niños de las comunidades del Valle de Antón. "Durante el año, hago unos ahorros para que a fin de año los niños que menos tienen del lugar puedan disfrutar y compartir una fiesta de Navidad, por su puesto que me apoyan otras personas con los regalos y otras necesidades que surgen en el momento", comentaba Irene muy contenta de saber que Dios le regalaba vida para ayudar a otros.

Para adquirir la mercancía, ella tiene que viajar a diversas partes, como lo son: Penonomé, La Chorrera, entre otros, para hacer un collar le demoran en la confección una hora o treinta minutos, es rápida confeccionando estos productos.

DESEOS

Irene desea terminar de construir un Kiosco que tiene en el pueblo de La Pintada para continuar su negocio.