Un equipo que no sabe cómo hacer para ganar.

Un gol del brasileño Ronaldo en el minuto 92 evitó, ayer, el desastre del Real Madrid, que al menos firmó un empate en Zaragoza (1-1) y sigue en liza para aspirar, como mal menor, a ser subcampeón.

La jornada 29 consolidó el liderato ya, prácticamente, inalcanzable del Barcelona y el interés se centra en la lucha por la segunda plaza entre el Osasuna (55 puntos), el Real Madrid (54) y el Valencia (53).

El fantasma de La Romareda, en el que el Real Madrid fue humillado en la Copa del Rey por 6-1, se cernía sobre los jugadores blancos, máxime cuando uno de sus verdugos de aquella goleada, el argentino Diego Milito, marcó al comienzo de la segunda parte.

Sin embargo, en esta ocasión el Zaragoza no supo rematar la faena y dejó vivo al Madrid para que Ronaldo ofreciera uno de sus pocos destellos de la noche y arañara el empate.