Eliminado de la Copa del Rey y a siete puntos del Real Madrid, el Barcelona regresa a la Liga para recibir al Valladolid envuelto en un mar de dudas y obligado a superar su fragilidad mental para seguir apurando sus opciones al título.
Su caída en la Copa ha servido para poner en duda el compromiso del vestuario y la capacidad de su entrenador, Frank Rijkaard, hasta el punto de que el equipo afronta el tramo decisivo de la temporada, aún vivo en la Liga de Campeones, en un estado de permanente tensión, con los ánimos a flor de piel.