El conflicto por la posesión de los pozos termales de Galique terminó, luego de que la Alcaldía del distrito de San Félix llegara a un acuerdo con los nativos que ocupan los terrenos donde se ubican estos.
En dicha reunión participaron las autoridades locales y la Dirección Nacional de Asuntos Indigenistas y Gobiernos.
Miriam Mabel San Martín, alcaldesa de San Félix, explicó que el Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible (CONADES) tiene un presupuesto de 200 mil dólares para desarrollar estos pozos como un área turística. Con esto se busca construir albergues y mejorar la condición de los habitantes. Por consiguiente, todos pueden entrar.
El problema surgió cuando un grupo Ngöbe Buglé ocupó ilegalmente unos terrenos donde están los pozos de aguas termales, y no dejaban entrar a algunos latinos a este lugar que ha sido servidumbre pública.