En peligro de muerte. Hace 10 años, la vida de Santiago Silvera, de 39 años, quien reside en la provincia de Chiriquí, dio un giro drástico, cuando enfermó de insuficiencia renal crónica.

La enfermedad acabó con todas sus ilusiones, perdió su trabajo y le cambió la vida en un abrir y cerrar de ojos. Lo único que no le arrebató fue a su familia, que ha sido su apoyo desde que lleva viviendo gracias a una máquina de diálisis.

En este tiempo, Santiago ha sufrido mucho, pues de ser el hombre sano y fuerte que velaba por el sustento de su familia ha pasado a ser prácticamente, según sus propias palabras, un mantenido. Y es que, con lo cara que está la vida, los B/175.00 de pensión que recibe mensualmente no le alcanzan para satisfacer las necesidades básicas de su familia.

En el 2004, una luz de esperanza llegó a su vida cuando recibió un trasplante de riñón, sin embargo, esa felicidad duró solo un año, porque su cuerpo rechazó el órgano, por lo que tuvo que volver a la máquina de diálisis.

Hoy, las esperanzas de volver a ser un hombre saludable está lejana, pues se encuentra en una larga lista de espera de personas que necesitan un trasplante de riñón.

A pesar de su condición y sabiendo que puede morir, desde el pasado martes se encuentra en huelga de hambre en los estacionamientos de la Iglesia de El Carmen.

Esto lo hace junto a otros cinco afectados, para que la contralora Gioconda Bianchini refrende la compra directa de máquinas para hacer diálisis, que serán para habilitar las siete salas que instalará la Caja de Seguro Social (CSS).

Esta lucha la llevará adelante, sabiendo que en el intento está poniendo en riesgo su salud, y es que, solo la primera noche de la huelga tuvo una recaída y lo tuvieron que llevar al médico para que recibiera dos horas de diálisis. A pesar de esto, no decae, pues es consciente de que está peleando por todos los pacientes de insuficiencia renal crónica que hay en el país.

VISITA

Ayer recibieron la visita de Dayra Fábrega, asesora de la Secretaría de Asuntos Sociales de la Presidencia.