La multitud salió a despedir al "Gallo ronco".(Fotos: ERICK BARRIOS / ARNOLDO ZEBALLLOS /EPASA)
Manuel Robles Q.
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Siempre será recordado. Eran las 7:20 a.m. de ayer cuando el féretro con los restos de Guillermo "Billy" Ford Boyd fueron llevados a la Catedral Metropolitana, que a los pocos minutos quedó abarrotada de personas que querían despedirse del "Gallo Ronco", como era también llamado y quien falleció la tarde del sábado debido a un enfisema pulmonar.
RECORDARON LA CRUZADA
Antes de comenzar la misa de cuerpo presente, se escuchó el repicar de una paila que trajo a la memoria los tiempos de protesta de la Cruzada Civilista, siendo Ford uno de sus principales dirigentes.
Una que revivió esos recuerdos fue la señora Evidelia Carreño, quien muy triste contó que perteneció a la Cruzada Civilista, y en una protesta en el año 1989 fue detenida en el Cuartel de San Felipe sin comunicación alguna por más de 14 días, hasta que con la ayuda del difunto Ford pudo obtener la libertad de la cual nunca debió ser privada. "Para mí, Ford siempre estará presente", aseguró.
A pesar de su dolor, María del Pilar González de Ford, viuda del político, expresó que el legado que le deja su esposo es de libertad de expresión, de democracia y amor por la patria. Reclamó que esta parte de la historia está ausente de los libros escolares.
UNA DIGNA DESPEDIDA
En medio del oficio religioso, los asistentes aplaudieron tras las conmovedoras palabras de Guillermo Ford, hijo, y la presentación del tema "A mi manera" interpretado por el barítono panameño Ricardo Velásquez, quien arrancó desgarradores llantos.
Frases como "se siente, se siente, Billy está presente" y "esta vaina se acabó", popular frase de Ford, se oían a la salida del féretro de la Catedral Metropolitana. Todo esto acompañado de pañuelos blancos, pailas que sonaban y rosas que eran arrojadas al féretro, que fue transportado por el camión de bomberos número 4, que era de su admiración por las escaleras y otros equipos en los que los camisas rojas atienden las emergencias desde ese vehículo. Ford también fue bombero.
El camión, al salir de San Felipe pasó por Santa Ana, la Plaza 5 de Mayo y Calle 50, hasta llegar a SERCRESA en Santa Elena, donde fue incinerado en una ceremonia privada y despedido por sus familiares y amigos más cercanos.
ADIOS
Recibió una despedida por panameños orgullosos de su labor.