Dios los crea y el boxeo los une.
Esta es la historia de los panameños Rodolfo Aguilar y Francisco Scott, quienes hoy tienen una empresa de boxeo por todo lo alto en Miami, Florida, denominada "Panamenian Production".
Radicado hace 23 años en Estados Unidos, cuenta Scott que la empresa fue fundada en el 2002 con el objetivo de conseguirle peleas a los boxeadores panameños en los Estados Unidos.
"Esa era la idea, pero nos ha sido algo difícil hacer ese objetivo realidad. Sin embargo, hoy funcionamos como agentes de varios boxeadores. A la vez, le conseguimos peleas a púgiles que radican en Estados Unidos", comentó Scott.
"También funcionamos como segundas en las esquinas de diferentes boxeadores. Una muestra de nuestro trabajo lo observaste en la pasada pelea del panameño Celestino Caballero contra el mexicano Ricardo Castillo. Tanto Aguilar como mi persona ayudamos a Francisco Arroyo, entrenador principal de Celestino Caballero, para que lograra la victoria", agregó.
Amistad de infancia
Pero esta relación entre Scott y Aguilar no fue producto de la casualidad. Y es que desde que eran apenas unos niños y vivían en Panamá, ambos eran amigos y a ambos les atraía el deporte de las 12 cuerdas.
Criado en el barrio de Los Andes, Scott viajaba todos los días a entrenar en el gimnasio de El Marañón. Mientras que Aguilar lo hacía desde su querido Calidonia.
"Yo sólo hice peleas aficionadas, mientras que Aguilar sí se convirtió en profesional", explicó.
EXPERIENCIA CONSAGRADA
Así pasaron los años. Aguilar tiraba puñetes a montón, mientras que Scott se dedicaba a trabajar como segunda en las esquinas.
Para el año de 1984, Scott viajó a Estados Unidos en busca de un futuro mejor.
Por su parte, Aguilar seguía sumando triunfos de manera invicta, colocándose a las puertas de disputar un título mundial.
No fue hasta el 16 de abril de 1988 que Aguilar se le hizo su sueño realidad en Las Vegas, Nevada, cuando se enfrentó al campeón del peso ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el mexicano Julio César Chávez.
"Lastimosamente, no pude coronarme", dijo Aguilar, quien en ese combate cayó por nocaut técnico en seis vueltas.
El 5 de mayo de 1993, pero en la división welter, Aguilar tuvo otro chance mundialista ante el monarca de la AMB, el venezolano Crisanto España.
Luego de 12 asaltos, Aguilar perdió por decisión unánime, en Irlanda del Norte.
"Decidí retirarme luego de mi última pelea en junio de 2002. Fue en este año que fundé con Francisco Scott la empresa de boxeo acá en Florida. Gracias a Dios, las cosas nos han salido bien", declaró.
PARA ENMARCAR
Según Scott, el reencuentro con Aguilar fue en 1989 en Estados Unidos. Hoy, son compadres, socios y amigos por siempre.
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