Excepcional, fenomenal y, sobre todo, único, se puede catalogar el concierto "Huellas" de Myriam Hernández. A las 8: 20 p.m., arrancó la velada con el nacional Alejandro Lagrotta, quien deleitó con varios temas, entre esos, tres nuevos llamados: "Sabes", "Mírame" y "Fantasma de Amor", sencillos que cautivaron al público y con los que arrancó miles de aplausos. Aplausos que continuaron con la presencia de la chilena, los cuales siguieron por más de dos horas.

A las 9: 00 p.m. llegó la hora cero. Myriam, sin mucho protocolo, apareció en escena y enseguida inició un repertorio de 23 temas, casi todos cantados en su totalidad. Iniciando esta travesía con el tema "El Hombre que yo amo", eso no tuvo nombre; les puedo asegurar que tenía tiempo de no ver y escuchar el Teatro Anayansi estallar de emoción, hasta los hombres coreaban. Lo mismo sucedió con temas como: "Eres", "Si yo me vuelvo a enamorar", "Tonto" y otros, que provocaron que cientos de mujeres cantaran con todas las ganas. Es más, una chica subió a la tarima, la abrazó y no la quería soltar. El evento era un concierto para salvar esas relaciones que peligran, pues Myriam hasta leyó el mensaje de un hombre que le pedía a su amada que se dieran una oportunidad.

TODO ERA EXITO

Otros temas que volvieron locos a los presentes fueron: "Herida", "La fuerza del amor", "Peligroso amor", "Hombre secreto", "Mío", y ""No te he robado nada"; este último hizo "espelucar" a muchas. ¡Ah!, pero todo no fue perfecto; cuando la chilena interpretó "Huele a peligro", se escuchó a varias personitas por allí decir "huele a pezuña", ¡qué asco! Amigos, les comentó que no es la primera vez que escucho algo similar. Hace meses sucedió lo mismo en un festival, lo curioso es que llegamos a la conclusión que no era ninguna persona, sino la alfombra del teatro. Ya es hora de que la cambien. Bueno, ¡el concierto estuvo espectacular!