HISTORIAS
El juego de té

Redacción | DIAaDIA

Mariana se puso muy feliz por haber ganado de regalo un juego de té multicolor. Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía, pues saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio donde vivían. Ante la insistencia de la amiga decidió prestárselo, pero le dijo que lo cuidara mucho.

Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado en el suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá: "¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo? Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo".

Totalmente descontrolada, Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo:

Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido, pero tu abuelita no te dejó.

¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil de quitar.

Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo.

Así lo hizo Mariana, al poco tiempo llegó Julia con un juego de té igualito al que ella le había prestado, y le explicó que ella no dejó al niño que siempre las molestaba jugar con el juego de té y él, enojado, lo rompió. Pidió disculpas, y Mariana las aceptó, porque ya había secado su ira.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados