Bojan Krkic, el jugador más joven del Barcelona, fue el encargado de rescatar al equipo de una crisis de ansiedad.
Madrid
| EFE
El Barcelona aprovechó el "Domingo de Resurrección": goleó al Valladolid (4-1) y se situó a cuatro puntos del Real Madrid, ayudado por el Valencia que confirma su resurrección, que venció a domicilio al Real Madrid (2-3) y devolvió la esperanza a los azulgrana, tres días después de eliminarlos de la Copa del Rey.
La Liga recupera emoción al tiempo que deja la sensación de bajar de nivel, porque Real Madrid y Barcelona que parecían los únicos candidatos no ofrecen muchos motivos para el alborozo.
El líder suma siete derrotas, una marca impensable en un candidato al título cuando aún faltan nueve partidos, y el Barça ha tenido que entregar sus esperanzas al genio de un chico de 17 años, mientras aguarda la reaparición de Leo Messi. No son fiables... y el Villarreal ya está a seis puntos.
Frente a un Valencia reanimado en la Copa, que cada vez se parece más al de pasadas campañas, el Real Madrid se quedó sin excusas, porque sigue sin ser capaz de dominar los partidos. Intercambió golpes con el equipo de Ronald Koeman y terminó derrotado por un gol de Javier Arizmendi (m.88), después de que Raúl González y David Villa hubiesen marcado goles a pares, el segundo de éste de penalti.
La segunda derrota consecutiva de los madridistas mete, por enésima vez, al Barcelona en la pugna, aunque su victoria ante el Valladolid también ofrece sombras, un par de horas antes de la debacle madridista.
SE LEVANTAN
El Valencia confirmó su resurrección y, tres días después de eliminar al Barcelona de la Copa del Rey, derrotó ayer al Real Madrid, líder de la Liga.