Su decisión fue muy acertada. Antes, los residentes en las áreas costeras del Golfo de Chiriquí y Veraguas no le daban mucha importancia a esta zona, pero esa realidad cambió cuando empezaron a desarrollar actividades de turismo sostenible.
Protegiendo siempre al ambiente, optaron por establecer restaurantes, hostales, abarroterías, senderos y a ofrecer transporte acuático, entre otros.
Ahora, este grupo de microempresarios, que fueron capacitados por Fundación MarViva e impulsados por la Asociación ARTURIS Coiba, se fusionaron para formar la red de emprendedores que desarrollan el turismo Rural en comunidades del Golfo de Chiriquí. Esta oferta turística será conocida como Aventuras Rurales del Golfo (ARUG).