A la actriz de los ojos violetas le encantaba ayudar al prójimo, sobre todo a las personas afectadas por el VIH /sida.
«Me gustaría ser recordada por mi lucha contra el sida», confesó en una ocasión Liz.
Tras la muerte de su amigo Rock Hudson por esa enfermedad, en 1985, la actriz se convirtió en la voz de los enfermos de VIH en Estados Unidos, en tiempos en los que hablar del tema era un tabú. También impulsó la creación de la American Foundation for AIDS Research (amfAR), una de las ONG más prestigiosas en la investigación del sida y su prevención.
Pero ahí no terminó su lucha. En 1991 creó su propia fundación, The Elizabeth Taylor AIDS Foundation (ETAF), una organización dedicada a brindar fondos a los enfermos de VIH y sida de todo el mundo. En menos de una década logró recaudar más de 50 millones de dólares para esta causa.
La diva también participó en «Project Angel Food», un programa de alimentación para personas con enfermedades terminales, o «Dogs Deserve Better», una organización sin fines de lucro por la defensa de los derechos de los perros y las mascotas.
Tras el huracán Katrina, que azotó el sur de Estados Unidos en 2005, Liz donó 40,000 dólares y un hospital móvil con equipos de rayos X y mesas de examinación a una fundación de Nueva Orleans. «Soy una superviviente, un ejemplo en vida de lo que se puede sufrir y de que se sobrevive», comentó la célebre actriz.