Quedar desempleado es una experiencia de las que muchas personas no se recuperan tan pronto, mientras otras aprovechan para probar suerte en otras áreas. Tal es el caso de José de Gracia, un hombre de 43 años, que se dedica a la fabricación de jarrones.

Hace tres años, las cosas se pusieron difíciles para él al perder su empleo. Mientras pensaba dónde y cuándo iba a volver a trabajar, su mujer le dio la mejor idea de su vida, hacer jarrones, pero no cualquiera. "La iniciativa salió de mi esposa, cuando quedé desempleado ella me dijo, tengo esto ponte a hacerlo y a vender" cuenta José. Desde ese momento, y aunque al principio fue difícil, este hombre dejó fluir su arte y creatividad, siempre en compañía de su esposa, quien lo ayuda.

Para elaborar sus singulares jarrones José usa una mezcla de cartón, cemento, arena y gypsum, y cada uno demora un día para hacer. De allí en adelante todo va por cuenta de la imaginación de él y su esposa. "Mi esposa es estilista, y realmente ella es la creadora de todo" dice José.

Lo colorido y resistente de sus distintos diseños han gustado mucho a sus clientes, por lo que el negocio ha resultado un éxito. Para venderlos, José va directamente a las barriadas, e incluso los expone en supermercados y salones de belleza. Los precios son variados y dependiendo del tamaño del jarrón pueden costar de B/.20.00 a B/. 50.00.

Respecto al giro que ha dado su vida, José nos dijo "hora siento la pasión del arte, la creatividad que Dios nos da en las manos y mente".

ARTISTA

Además de disfrutar de su nuevo negocio, José se siente realizado por tener el don del arte.