Les falta la presa
Los ojos y las sonrisas inocentes de estas criaturas alegran la vida de sus padres, pese a que sus barrigas suplican por alimentos. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)

Gloria Leiva | DIAaDIA

"¿Por qué será que la vida se ensaña con los más pobres?". Esto es lo que se preguntan algunos vecinos de la familia Rivera, que además de tener a Álvaro, de 15 años, enfermo con parálisis cerebral, vive en una pequeña casa de cemento, donde el piso apenas se ve.

Las condiciones en que estas cuatro personas viven son totalmente deplorables e inhumanas: las camas sólo cuentan con cartones para amortiguar las tablas; la desgastada ropa adornaba los pequeños cuartos calurosos y el oxidado fogón, lleno de telarañas, por la falta de uso, pues no cuentan con el dinero para comprar un tanque de gas, adorna la sala de la casa, ubicada en El Duque de Chepo.

Generalmente, el menú de todos los días es arroz solo, y si tienen suerte, lo acompañan con alguna menestra. El día de nuestra visita, la señora Florinda cocinaba en su fogón de leña arroz con lentejas; eso era lo único que iban a comer para la cena.

Ya los estómagos de Álvaro y su pequeña hermana Laura están acostumbrados a comer una vez al día, y eso si tienen suerte.

El señor de la casa, Pastor Rivera, de avanzada edad, dice que no consigue trabajo, y lo que consigue, son pequeños "camaroncitos" que apenas les alcanza para la comida.

Su esposa, Florinda Arias, cuenta que ella tuvo que dejar de trabajar para cuidar a su "niño", pues la tía del menor no podía cuidarlo más; por esta razón, la señora Florinda no puede ayudar a su marido para buscar algún sustento.

Con suerte, el pequeño Álvaro, quien alegra su hogar con su incondicional sonrisa, acude a una escuela especial, pero no cuenta con los útiles escolares necesarios, dice su mamá.

FALTA MAS

Laurita, quien posó para todas las fotos con su pícara sonrisa, sólo cuenta con un uniforme.

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