HISTORIA
Morí por ti

Redacción | DIAaDIA

Franciszek Gajowniczek estaba preso en un campo nazi en Auschwitz, cuando escapó un compañero de prisión.

La disciplina aplicada cuando alguien escapaba era seleccionar a diez hombres al azar y encerrarlos en una celda donde se les dejaba morir de hambre.

Cuando Gajowniczek oyó leer su nombre, sollozó diciendo: "¡Mi mujer y mis hijos!". De inmediato pensó qué sería de ellos, qué sería de él, no los podía abandonar en este mundo. Si bien él sabía que estaba preso, también sabía que su pena era menor y en un par de años podría saldar su cuenta con la sociedad, pero morir, no, eso no era justo.

En aquel momento, un sacerdote franciscano y compañero de celda de Gajowniczek, llamado Koble, se adelantó y dijo: "Yo moriré en su lugar. No tengo ni mujer ni hijos..." .

Enseguida, y como si fuese una orden, el comandante del campo le concedió su petición.

Desde entonces, Gajownizek ha vuelto cada año a Auschwitz el 14 de agosto para recordar al hombre que murió por él en aquella fecha en 1941.

Y en el patio de su casa ha puesto una placa para honrar a este sacerdote y recordar a otros su gran sacrificio.

¿Serías capaz de hacerlo tú? Pues, Jesucristo lo hizo por ti, y por aquél que aún hoy le desprecia... Esperando que se arrepienta y se vuelva para decirle ¡Te amo Señor, gracias por ocupar mi lugar! Es hora de recapacitar y recordar que tenemos que aprovechar la oportunidad de vivir.

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