Amenazante realidad
Las aguas negras por todos lados. (Foto: Omar Batista y Miguel Cavalli)

Marianelys Ucros | DIAaDIA

Necesitan un cambio urgente. Cansados ya de los mismos problemas, los residentes de Curundú piden a las autoridades, que los ayuden en su barrio.

Curundú tiene una extensión de 1.1 kilómetros y está comprendido en varios sectores que son: Broklin, Viejo Veranillo, Cabo Verde, Llano Bonito, Metropol, Transportes y Talleres A y B, Sector Aguja, Sector Tívoli, Sector Águila y Santa Cruz.

LA POBLACION VA EN AUMENTO

Debido al crecimiento demográfico de la comunidad y según el último censo de población y vivienda registrados en la Contraloría de la República, existen 19 mil habitantes, entre hombres y mujeres.

El aumento se debe a la gran marejada humana que ha emigrado desde el interior del país, muchos de ellos procedentes de la provincia de Chiriquí (Guaymíes), Colón y Darién (indígenas Emberá) y colombianos con una cantidad de 8 mil 913 varones y 9 mil 020 mujeres.

VIVIENDO EN EL PELIGRO

Las barracas de algunos de los sectores de Curundú, en su mayoría, son de madera y están totalmente deterioradas. Cuentan con poca seguridad para proteger a sus habitantes, por lo que, en cualquier momento, pueden tener otro accidente lamentable.

LA REALIDAD

No es un lugar apto para que un ser humano viva, no tiene comodidades para los niños. Para caminar hacia las barracas, lo hacen por pequeños puentes de concreto y de madera.

Después del siniestro del pasado miércoles, son pocas las barracas que se salvaron, pero sus habitantes manifiestan que no van a salir del lugar, porque tienen sus pequeños negocios cerca.

Por otra parte, viven con miedo de perder sus vidas, como muchos que ya han muerto, debido a las balaceras que se forman con las bandas rivales, que no tienen conciencia y no les importa la vida de las personas inocentes.

Todas las personas que lo perdieron todo en el incendio serán reubicadas a otro lugar, para que tengan una vivienda digna.

BURGENTE CAMBIO

Toda clase de olores desagradables se pueden sentir cuando se visita Curundú. Debido a las tuberías dañadas, las aguas negras están por todos lados, incluso heces fecales que provocan olores fétidos en el ambiente. Las infecciones en la piel están a la orden del día, al igual que problemas pulmonares y más.

DIAaDIA contactó al representante Senem Mosquera, para saber cuándo le va solucionar el problema de las tuberías a los residentes de este populoso barrio, y señaló que hace mucho tiempo, él se presentó en el IDAAN y no ha recibido una respuesta de la institución.

DROGADICCION A LA ORDEN DEL DIA

El descaro pasa el límite, en el momento en que DIAaDIA se encontraba realizando este reportaje, tuvimos que aguantarnos el olor de la marihuana que se sentía por doquier y es que obtener el "pegón" en esta área es tan normal, como ir a comprar algo a la tienda.

Este olor nos dejó con dolor de cabeza, por lo que nos retiramos enseguida del lugar.

Lo más doloroso es que los niños tienen que soportar esta actitud de los adultos, quienes a diario le dan el mal ejemplo.

EL PAN...

Uno de los residentes más antiguos del lugar comentó que la droga es el pan de cada día en los jóvenes, tanto menores como mayores de edad. El residente, que pidió reserva de su nombre, aseguró que los que más consumen droga son los jóvenes que pertenecen a las pandillas, y que representan la mayoría de los habitantes y quienes a diario luchan para demostrar quién tiene más poder.

QUEREMOS QUE SEA EL DE ANTES

Los pioneros del lugar han visto cómo poco a poco, vivir en Curundú se ha convertido en un arma de doble filo, en el que te la juegas a diario para sobrevivir con los problemas sociales y económicos. "Ya esto no es ni la sombra de lo que era antes; esa tranquilidad que se vivía antes de la invasión se perdió de un momento a otro", confesó con tristeza el morador.

Así mismo piensa el señor José Arrojo, quien a sus 72 años y con 10 hijos, pide a Dios a diario para que todo vuelva a ser como se vivía en los tiempos en que él era un jovencito.

Una de las grandes anécdotas que este señor recuerda es que si los jóvenes de su tiempo tenían un problema, lo resolvían jugando fútbol, y después, cada uno para su casa.

Otra residente es la señora Roxana Mena, quien señala que uno de los mejores lugares antes de la invasión era Curundú, ya después las bandas lo dañaron todo con sus peleas y matando a las personas inocentes.

El representante Senem Mosquera dijo que los tiempos de antes no volverán a ser los mismos por tantos problemas y que el incremento de las rondas policiales podrían solucionar un poco la situación. Son 60 las unidades de policía que custodian el lugar.

SALUD

Ya que los afectados están viviendo en malas condiciones, funcionarios del Ministerio de Salud están pendientes de los habitantes.

Por otro lado, los afectados han recibido muchas donaciones, pero todavía necesitan agua, alimentos secos, uniformes escolares y más.

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