Una fiesta es más que una simple reunión para celebrar algo. En una fiesta, las personas que lo rodean pueden percibir lo bueno, lo malo y lo feo que posee, por el simple hecho de la forma en que se comporta. En una reunión, puede encontrar un ascenso laboral y hasta a la persona que estaba esperando para llevar al altar, pero esto lo consigue sabiendo comportarse en un lugar.
El organizador de fiestas privadas y decorador, Ángel Melony, de la compañía Decoflor, dijo que para estar bien en una fiesta con todos los invitados y los anfitriones, es estar lo más sencillo posible y no tratar de presumir, porque todos los que están ahí buscan lo mismo.
Por eso, a la hora de ir a una fiesta, hay muchos parámetros a seguir:
Si no le indican el vestuario, no intente impresionar con su ropa. En una boda, por ejemplo, no olvide que los que deben destacar son los novios y los padrinos, no intente sobresalir tanto, que lo puedan confundir con uno de ellos. Tampoco caiga en el exceso contrario y lleve una ropa capaz de hacerles pensar que no se ha cambiado para la ocasión. La puntualidad es importante. La cortesía permite un retraso máximo de diez minutos. Jamás se presente antes de la hora fijada. Los hombres se saludan estrechándose la mano de forma firme, pero sin apretar en exceso. Es muy desagradable notar una mano fofa y sin vigor. Las mujeres deben besarse al saludarse, siempre sin prácticamente rozarse para evitar estropear el maquillaje. Tanto hombres como mujeres, cuando saluden a la anfitriona, pueden besarla si tienen confianza con ella, de lo contrario, una ligera inclinación de cabeza será suficiente. Coma o beba con moderación. Cuando no quiera algo, simplemente diga "no, gracias", evitando gesticular o hacer muecas. No pregunte por los ingredientes de un plato mientras come. Si está muy interesado en la receta, puede preguntar por ella después. Si necesita ir al baño, no se le ocurra anunciarlo con comentarios "graciosos"; simplemente diga: "¿me disculpan un momento?" Puede provocar sin intención un pequeño accidente, como derramar la soda, manchar un vestido o romper un vaso; entonces, ofrezca disculpas y esté anuente a reparar el daño causado, siempre sin insistir demasiado. A la hora de la despedida, diga "adiós" con sencillez y sin hacerlo largo. No se quede a solas con las personas que le han invitado. Simplemente, agradezca la invitación y si le ha gustado algo, no lo elogie en particular, no se refiera a algo específico, realice el elogio en general, por la fiesta.
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