El Celta de Vigo puso fin a la racha de tres derrotas consecutivas y a la sequía goleadora que venía padeciendo en las últimas semanas, al vencer por 2-0 a un Mallorca que suma su primera derrota desde el regreso de Gregorio Manzano al banquillo insular.
Un resultado que permite a los celestes seguir soñando con jugar en Europa la próxima temporada, mientras que condena a los bermellones, tras siete jornadas sin conocer la derrota, a coquetear con la pesadilla del descenso.
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