Parece que los golpes no enseñan, los partidos de fútbol ya no se juegan sólo 90 minutos, hay que estar preparados para más. No puede ser posible que teniendo los antecedentes de que Estados Unidos y Jamaica nos empataron los partidos en los minutos finales, a estas alturas no se pueda manejar un resultado en el juego.
Salir del Ricardo Saprissa con un punto era la consigna del cuerpo técnico y de los jugadores, pero al parecer se engolosinaron con querer salir con tres puntos, al ver que Costa Rica se conformaría con al menos rescatar un punto en su partido como local.
Así como en el béisbol el partido no acaba hasta que caiga el out número 27, en el fútbol ocurre que el partido no termina hasta que el árbitro pite el final.
El jugador panameño debe crear conciencia de que en el tramo final del encuentro es cuando más se necesita la concentración, y saber manejar los tiempos.
Es cuestión del técnico poner a jugar al jugador que él crea que hará el trabajo, no se le critica que meta a uno que no sea de la confianza de los aficionados, pero la de querer ganar un partido en sólo 30 segundos, eso sí es criticable, ya que muy fácilmente Panamá hubiera acabado el partido en el cobro del tiro de esquina, matando la pelota, y no cobrarlo tratando de anotar el gol del triunfo, sabiendo que el rival sólo estaba acechando para aprovechar el mínimo error para cambiar la historia del partido.
|