Hola Moza, tengo un gran enredo en mi cabeza. Mira, yo estoy casada, pero es como si no lo estuviera. Tengo alrededor de 20 años de matrimonio y dos hijos. Mi matrimonio iba muy bien, hasta que poco a poco las cosas fueron cambiando y mi marido se alejó de mí, tanto, que hasta una mujer se buscó. Esta mujer tuvo una hija, y mi marido les presta más atención a ellas que a nosotros, lo que provocó mi enojo y mi rabia. Ahora a mi marido lo detesto y he buscado la manera para que mis hijos sientan lo mismo que yo hacía ese hombre que tanto me ha hecho sufrir. El, aún así continúa viviendo con nosotros, pero el ambiente en mi hogar es hostil, peor que en una cárcel. Mi marido si acaso llega a la casa a dormir; a veces ni siquiera llega y yo sé muy bien que está con ella, esa mujer que me lo quitó. Moza, yo sé que es casi un masoquismo continuar viviendo juntos, pero yo creo que ya nos acostumbramos a vivir de tal forma, lo que es bastante triste, porque a mis hijos les ha tocado ver cómo se ha deteriorado la relación. Te pregunto, ¿continúo viviendo así o le pido que se vaya de una vez por todas?, que rehaga su vida y me deje la mía tranquila. Sin consuelo

TU TIENES LA RESPUESTA

Sabes mujer, no te logro entender. Si sabes que tu relación con tu esposo no tiene vuelta atrás, entonces para qué sigues con él. Creo que estás siendo muy egoísta con tus propios hijos, y más aún cuando has provocado que odien a su padre. ¿Qué clase de madre eres? No me explicas a ciencia cierta por qué aún él vive con ustedes, pero me imagino que será por interés económico. Si estoy en lo cierto, entonces es otro grave error que han cometido ambos, no te echo toda la culpa a ti, pues en cuestión de pareja la responsabilidad es de dos. No te has puesto a pensar que tal vez él quiso regresar contigo, pero con tu actitud lo alejaste. Lo mejor que te puedo aconsejar es que lo perdones, porque no vas a encontrar paz interna y siempre tendrás ese rencor por dentro. Además, tienes que hablar con tus hijos y pedirles perdón por contagiarles tu odio.