No no los van a creer, Woody Allen, uno de los cineastas norteamericanos más exitosos de los últimos tiempos y quien se hizo famoso por películas como Manhattan, Annie Hall, entre otras y, además, por tener una relación amorosa con su hija adoptiva, acaba de confesar que no tiene plata.
Así es, para los que pensaban que este director de cine nadaba en dinero, al parecer no es así, pues ha dicho que con el dinero que tiene no le alcanza para hacer las películas que desea.
Es más, dijo que menos puede competir con rivales como Steven Spielberg, quien le arrebata los actores.
"Cuando convoco a un actor, recibe una invitación de Spielberg y me abandona inmediatamente.
No se puede competir con el dinero que él ofrece", se quejó Allen en un diálogo informal y cargado de ironía sobre su trabajo.
Bueno, aquí cabe el dicho que reza que "todo lo que sube tiene que bajar", o el otro que sostiene que "nada dura para siempre".
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