Hay que tener fuerza de voluntad para lograr lo imposible. Estas son las palabras sabias de Jorge Luis Aguilar, que desde la corta edad de 12 años empezó a trabajar vendiendo cortes de pantalones para ayudar a su madre y hermanos.
Aguilar tiene un puesto de venta ubicado en las afueras de la Basílica Menor Don Bosco, donde ofrece a sus clientes artículos religiosos como inciensos, santos, entre otros artículos.
La idea de poner este negocio surgió cuando trabajaba en un almacén de venta de calzados, y viendo que sus hijos estaban creciendo, decidió poner este negocio para hacer algo más de dinero y poder educarlos.
Contó que ha sido un éxito porque va a las diferentes fiestas patronales, y a través de las ventas ha podido darle a sus cuatro hijos estudios universitarios.
Además, tiene 22 años de trabajar como comunicador social, destacándose en la crónica roja, por lo que participa en un programa radial utilizando sus días libres para vender sus artículos religiosos.
Un mensaje que siempre les da a las personas es que no desmayen y sigan adelante, porque "hay quienes dicen que no han podido continuar con los estudios por la situación económica o por impedimentos, pero sólo falta la fuerza de voluntad para seguir adelante y pedir a Dios que nos ayude", dijo.
"Primero Dios, y segundo la madre, que es lo más grande que hay en el mundo entero, y mientras uno la respete y la ayude siempre, Dios nos abrirá las puertas donde siempre vamos", agregó.
|