Villa Luzmila, en el corregimiento de Cristóbal, es sitio de sorpresas.
Una muestra de ello es el hallazgo continuo de lechuzas, a las que algunos maltratan porque consideran que se comen los pollos.
"Algunas personas son malas y les tiran piedras", dicen los muchachos, quienes se han dedicado a "rescatar" a estos animales silvestres.
Un grupo de ellos vieron este fin de semana a uno de estos búhos herido y se lo llevaron a casa para curarlo y después entregarlo a la ANAM.
Un aplauso para estos chiquillos buenos.
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