Triste realidad. Fueron muchas las personas del distrito de San Miguelito y la ciudad capital que pasaron vicisitudes por la falta de agua ayer, debido a las restauraciones eléctricas que se le hicieron a la planta potabilizadora de Chilibre.

Por más de 12 horas, el servicio de agua potable fue suspendido a los usuarios que se abastecen de la planta; sin embargo, a los habitantes de Kuna Nega esto no les afecta, pues la falta del líquido en la comunidad se ha vuelto costumbre. Ellos aseguran que tienen más de 12 años de no contar con ese servicio.

El señor Manuel Cabrera lleva un año viviendo en el lugar y, con un rostro de decepción, manifestó que desde que vive allí, él y su familia tienen que bañarse y abastecerse de agua de pozo o del río. A la señora Indira, su esposa, le toca caminar largas distancias todos los días hasta llegar al río. Ella aseguró que a pesar de que son invasores, también son humanos que, como todos, necesitan del agua para poder vivir.

Ayer, a las 9:00 p.m., el servicio del agua empezó a reestablecerse en las áreas afectadas.