Yoandy Garlobo rompió el estigma de "gordito", que le persigue desde niño, y fue el cuarto mejor bateador del Clásico Mundial de Béisbol y el más sobresaliente de su país.
A Garlobo, de 1.76 metros de estatura y 90 kilos de peso, lo sacaron de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) de su natal Matanzas, en el occidente de la isla, por bajo rendimiento, informó ayer el diario oficial Granma.
Según la publicación, un día mandaron a buscar a sus padres y le dieron la mala noticia: "El muchacho no reúne condiciones para ser pelotero, es muy bajito y gordito", le dijeron a su madre.
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