Continúa el desorden en las calles. Al parecer, los diablos rojos en Panamá, son los reyes de las calles, pues ni las autoridades pueden frenar la cantidad de irregularidades que los conductores cometen al volante.
Durante un operativo que realizó DIAaDIA en la parada de la Universidad de Panamá, se pudo apreciar, además del mal estado de los autobuses, cómo los conductores de estos vehículos juegan con la vida de las personas.
Eran pasadas las doce mediodía, cuando un grupo de personas esperaba en la parada el bus que los transportaría a sus destinos. Algunos conductores irresponsables no entraban a la parada por evitarse el tranque, por lo que dejaban y recogían a sus pasajeros fuera de la parada. Mientras que otros, realizaban regatas dentro de la misma parada.
Algunos secretarios, mejor conocidos como pavos, además del uso de un vocabulario soez, también arriesgaban sus vidas al colocarse en la puerta del bus para vociferar la ruta. Y qué decir de los conductores, quienes con malos tratos y hasta malas fachas, además de manejo desordenado, ponen el peligro la vida de los pasajeros.
Además de este desorden, las obligaciones a que se comprometieron los transportistas en diciembre del 2001, son incumplidas por la mayoría, como la visibilidad de la calcomanía que indica la tarifa del bus, las llantas lisas, y no podía faltar la música estridente.
COMPROMISO
Los transportistas se comprometieron en el 2001, a cumplir las reglas para que se les unificara el pasaje a 25 centavos.
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