Cuando “El Torito” Concepción fue derribado por segunda vez por el venezolano Jean Piero Pérez, muchos seguidores también tiraron al suelo la esperanza de verlo ganar. Pero el espíritu humano es impredecible, y su principal combustible son las motivaciones y la fe.

Luego de un segundo asalto perdido de forma amplia, Rafael Concepción vio una luz, el pequeño espacio en la defensa de su rival, para conectar un golpe milagroso, que envió al vinotinto Pérez a una derrota segura.

“Lo hice por ellas; por mi esposa, por mi recién nacida hija Alison; por ellas me mantuve en pie y saque fuerzas para ganar”, expresaba muy emocionado “Torito”.

Concepción fabricó un milagro para no sucumbir y, sobre todo, que no le impidiera soñar con cosas grandes.

Hace dos días Concepción escribió un capítulo en su historia y se abrió pasos a cosas más grandes, cuando ya tiene confirmadas peleas de mucha cuantía en Sudáfrica y Chile.

“No podía permitirme perder así, eso significaba fallarle a ellas. Sé que mi esposa me apoyaría, en las buenas y en las malas, pero no me sentiría bien al saber que esta derrota me impediría crecer en el boxeo”, indicó Concepción, quien ahora sólo espera poder confirmar, una a una, sus ofertas internacionales, donde obtendrá dinero para consolidar una niñez positiva para su gran triunfo en la vida: su hija Alison.

PETICION

Concepción pidió a la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que lo considere en sus clasificaciones.