
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Piñatas en elaboración.
Le encanta su trabajo.
El papel crespón les da vida.
El trabajo ya finalizado.
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Piñatas en elaboración.
Le encanta su trabajo.
El papel crespón les da vida.
El trabajo ya finalizado.
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Piñatas en elaboración.
Le encanta su trabajo.
El papel crespón les da vida.
El trabajo ya finalizado.
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Piñatas en elaboración.
Le encanta su trabajo.
El papel crespón les da vida.
El trabajo ya finalizado.
Hacer las cosas con esmero y tener siempre a Dios presente son los pilares de la vida de Abdiel.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Piñatas en elaboración.
Le encanta su trabajo.
El papel crespón les da vida.
El trabajo ya finalizado.
A través de unos amigos que laboran en la entidad, Abdiel, de 49 años, aprendió a confeccionar piñatas, en las que hace el esqueleto del personaje que se desea plasmar para luego pegarle el papel crespón y que las personas se sientan satisfechas con las elaboraciones.
Este hombre amable recuerda que en su casa también hizo piñatas para dominar este arte que necesita años de práctica.
Este señor tiene dificultad para escuchar, y ha tenido que sobrellevar su vida con esta discapacidad, pero esto no representa obstáculo para él. Hay que hablarle suave al oído derecho para que pueda oír un poco la pronunciación de las palabras que se emiten. Abdiel manifiesta que siente a la gente lejana por lo débil de su audición.
Sus estudios primarios los efectuó en la escuela República de Venezuela y toda la secundaria la realizó en el Instituto de Panameño de Habilitación Especial, sitio donde en la actualidad labora para llevar el sustento a su hogar.
Con entusiasmo y alegría, este gran trabajador se refiere a sus mellizos, pues corrió con la suerte de tener un hombre y una mujer, ahora de 30 años, quienes ya lo han convertido en abuelo, por lo que se siente muy agradecido con Dios.
En la actualidad, este maestro de las piñatas reside en Calidonia, desde donde parte todos los días temprano a su trabajo en el IPHE de Betania.
El cartón que es utilizado en las piñatas se trae de Colón, porque es más resistente, se hace la forma y luego se pega el papel crespón, explicó Abdiel.