La vida siempre te regala una segunda oportunidad... un segundo aire para demostrar que fuiste derrotado, pero no vencido.
Una segunda oportunidad para demostrar que los errores del pasado no los vas a cometer en el presente.
Que fuiste derrotado, porque en la vida se gana y se pierde.
Un momento para enseñarle a todo el mundo que lo que te pasó aquella vez fue un accidente de trabajo. Que si fueras carpintero, te hubieras reventado un dedo con el martillo, y de seguro que mañana volverías al taller.
Así que no queda de otra... ¡Panamá, es ahora o nunca!.
Llegó la hora de fajarse de tú a tú con el "Gigante del área", México, y demostrar que aquel mal recuerdo del sábado en Costa Rica ha quedado en el pasado.
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