Herido... pudo haber sido hasta de muerte. Y es que nadie puede negar que aquella piedra que impactó en la cabeza del pelotero herrerano César Quintero, la noche del pasado jueves en el Estadio Nacional Rod Carew, no fue lanzada con la intención de matar.

"Gracias a Dios, estoy vivo y a punto de contarte lo que sucedió", dijo ayer Quintero, cuando DIAaDIA lo contactó vía telefónica en el Hotel Veracruz, de la ciudad capital, donde estaba descansando.

EL HECHO

Panamá Metro había caído 7 carreras por 3 ante Herrera, en el tercer partido de la serie final de la Liga Nacional del LXIV Campeonato Nacional de Béisbol Mayor, Copa Atlas.

Al parecer, esta derrota no le cayó muy bien a varios fanáticos metropolitanos, que en las afueras del "Gigante de Mocambo" comenzaron a pisotear una bandera representativa de la provincia de Herrera, según contó Quintero.

"Nosotros íbamos hacia el bus cuando vimos a varios fanáticos metropolitanos que pisaban la bandera. Para evitar, todos nos quedamos tranquilos", comentó Quintero. "Cuando los fanáticos se fueron, el papá de uno de mis compañeros decidió ir a recogerla. Pero cuando la recogió, los fanáticos regresaron y le comenzaron a pegar", agregó.

El receptor herrerano trató de recordar el nombre de la persona agredida, pero al final sólo dijo que era el papá del lanzador Ramón Ramírez.

AGRESION

Como era de esperarse, varios peloteros salieron a defender a la persona que fue a rescatar la bandera herrerana. Esto trajo como consecuencia que el minúsculo grupo de fanáticos del equipo metropolitano, lanzara toda clase de objetos, como piedras y hasta una churuca, que al final algunos llegaron a impactar en la humanidad de Quintero, del lanzador herrerano José Corrales y del narrador de Radio Provincia de Chitré, Ovidio González.

"A mí me rompieron la cabeza. Inmediatamente, los doctores de mi equipo me llevaron al hospital Santo Tomás, donde me suturaron dos puntos", confesó el pelotero azuerense.

VOZ DE PROTESTA

"Es lamentable que los miembros de la Policía se hayan quedado con los brazos cruzados y no hayan detenido a los fanáticos que nos agredieron", dijo Quintero.