Los paraguas están formados por una superficie convexa de plástico u otro material semejante, sujeta a un armazón de varillas plegables dispuestas alrededor de un eje central terminado en un mango adecuado para llevarlo con una mano. Las varillas permiten que, cuando no llueve o se está en lugar protegido, sea posible cerrarlo para andar con más comodidad. Un paraguas cerrado puede servir de bastón.