José María Bonilla. (Foto: Milagros Murillo F. / EPASA)
Milagros Murillo F.
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"Mi satisfacción más grande es ver cómo los niños aprenden y que sean unos profesionales en un futuro". Así lo afirma el maestro José María Bonilla, quien es oriundo de Llano de la Cruz de Parita, pero que desde niño su familia se estableció en la provincia de Darién, pues su papá es de esta región.
Desde pequeño, el docente se interesó por ser maestro, pues como su mamá es educadora lo llevaba a la escuela y él veía cómo daba las clases. "Quería ser como ella y seguí sus pasos", expresó. Y así ha sido, pues desde hace cuatro años se dedica a la educación y hace dos trabaja como director de la Escuela Quebrada Félix en el corregimiento de Metetí.
Se informó que el trabajo en la escuela se hace con mucha planificación, generalmente semanal, pues es una escuela multigrado con 32 niños y son muchos los factores que hay que tomar en cuenta para el aprendizaje. Además, hay niños que caminan todos los días hasta 40 minutos para ir a la escuela y cuando llega el invierno es un problema, explicó José María.
Él junto a una maestra deben dividirse el trabajo de atender a los estudiantes. A pesar de esto, este educador no ve su trabajo como algo difícil, pues se comparten su labor poniéndole más trabajo grupales a los alumnos más grandes y hacer énfasis a los más pequeños para que aprendan a leer, escribir y a dominar las operaciones básicas. "No tenemos problemas de cómo emprender la enseñanza de acuerdo al programa", dijo.
Algunas veces el maestro se queda durmiendo en la escuela, otras viaja desde la comunidad de San Vicente, donde reside su familia.
Lo más difícil de la profesión fue cuando laboró por primera vez en la Escuela de Membrillo, pues estaba ubicada en un área indígena y recibía poco apoyo. Allá se quedaba hasta mes y medio sin ver ni saber nada de su familia. Esta experiencia la vivió durante dos años. "Eso allá es muy difícil, tenía que llegar hasta cierto límite en carretera y luego arribar a Puerto Limón. De allí eran cinco horas en piragua subiendo", relató.
El educador reconoce que el Ministerio de Educación les está apoyando. Se notó que en este plantel muchos niños llegan esperanzados al desayuno y al almuerzo que allí se les da. La Fundación Pro Niños de Darién construyó un comedor en esta escuela con el apoyo de Global Bank.
SOLIDARIDAD
El apoyo de la familia es muy importante. Afortunadamente Bonilla cuenta con ese respaldo, especialmente de su madre y colega.