Juan Pablo II preparó la sucesión del nuevo Papa, hasta en sus detalles mínimos con la constitución apostólica aprobada en 1996.

Dos prelados tienen un papel primordial: el cardenal camarlengo -función que ejerce actualmente el español Eduardo Martínez Somalo-, y monseñor Ratzinger, de 77 años.

Los cardenales electores menores de 80 años suman 117: 58 europeos (20 italianos), 14 norteamericanos, 21 latinoamericanos, 11 africanos, 11 asiáticos y dos de Oceanía. El sucesor de Juan Pablo II deberá recabar dos tercios de los sufragios.

La tradición canónica consiste en alternar un pontificado corto con uno largo y este principio parece favorecer a un papa anciano.

Dos grandes tendencias se presentan en el Vaticano: una vuelta a un papa italiano o la elección de un latinoamericano.

En la hipótesis de un papa italiano, cinco prelados están en lista: los cardenales arzobispos Dionigi Tettamanzi (Milán), 70 años, Angelo Scola (Venecia), 63 años, y Tarcisio Bertone (Génova), 70 años; el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, de 77 años, y el prefecto de la Congregación para los Obispos, Giovanni Battista Re, de 71 años.

Fuera de Italia, los más citados son el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, de 75 años, prefecto de la Congregación para el Clero; el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, 62 años, arzobispo de Tegucigalpa; el argentino Jorge Mario Bergoglio, 67 años, arzobispo de Buenos Aires, y el brasileño Claudio Hummes, de 70 años, arzobispo de Sao Paulo.