Aún ayer en la tarde, el Cuerpo de Bomberos de Panamá seguía batallando contra las llamas necias que consumían los importantes documentos que se encontraban en el primero y segundo piso del edificio del Tribunal Marítimo, ubicado en la Calle Juan de Arco Galindo.
El incendio, que se inició pasada la 1: 00 a.m. de ayer y que se avivó rápidamente por la reseca madera con la que estaba construido el edificio, fue sofocado a las 5: 00 a.m., sin embargo, el gran calor que emanaba impedía a los bomberos entrar al lugar para verificar los daños y posibles causas.
En horas de la mañana y tarde de ayer, el fogaje avivó pequeñas llamas que hicieron necesaria la presencia de los bomberos, quienes aún no han podido determinar la causa del siniestro, por lo que la oficina de seguridad del Cuerpo de Bomberos mantiene la investigación.
En la planta baja, personal del Órgano Judicial, se dedicaba a sacar los documentos y aparatos que se salvaron del fuego.
EN LA MADRUGADA
A su llegada, los camisas rojas afrontaron dificultades para ubicar los carros bomba, pues las ramas de los grandes y viejos árboles que rodeaban el edificio, se lo impedían. Minutos después, la magistrada de la Corte Suprema, Graciela Dixon, se acercó al lugar. Impotente, veía cómo las llamas consumían el edificio. Al preguntarle sobre el gran problema que representa la pérdida de tan importantes documentos, Dixon comentó: "yo preferiría no adelantar nada en este momento sobre el estado en que van a quedar los procesos". Agregó que "no conocemos la gravedad del daño y sobre la base de esta información es que tendríamos que elaborar cualquier comentario respecto a la reposición de los expedientes y la situación en que van a quedar los despachos y procesos que aquí se ventilan". La Corte se pronunciará mañana al respecto.
LO QUE QUEDO
Computadoras, libros y hojas eran metidos en grandes bolsas negras, mientras los pisos de arriba todavía humeaban.
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