En menos de un minuto hacía las cruces. (Foto: CAROLINA SÁNCHEZ / EPASA)
Carolina Sánchez P.
| DIAaDIA
Vive la Semana Santa. Rodeada de personas que le llevaban pencas para que les confeccionara la cruz el Domingo de Ramos, encontramos a Nidia Urriola.
Ella estaba sentada fuera de la Basílica Menor Don Bosco, haciendo las cruces que las personas generalmente colocan detrás de la puerta de las casas.
Contó que cuando tenía 11 años su papá le enseñó a confeccionarlas. "Con una sola explicación aprendí y desde entonces creo que es un don", dijo.
La devota tomaba las pencas y empezaba a doblarlas, dándole la forma de cruz. Primero con la penca hizo un nudo para evitar que se soltara y de allí lo demás es historia.
No había terminado de atender a una persona cuando llegaba otra. Hubo quienes llevaron hasta cuatro pencas. Todos admiraban la capacidad que tiene Nidia para hacerlas tan rápido.
A pocos metros de ella habían personas que cobraban 15 centésimos por hacerlas, a lo que dijo que no veía con buenos ojos que cobraran por las cosas de Dios, "porque lo que es de Dios debe hacerse con el corazón y no lucrar", aseguró.
La joven vive en Veranillo y desde que se inició la Semana Santa ha asistido todos los días a misa. Ella estaba con su hermana mayor, quien admitió que nunca aprendió a confeccionar las cruces.
Las personas que llegaban a la Basílica y le solicitaban que les hiciera la cruz le ofrecían dinero, pero ella se negó a recibirlo, aduciendo que lo que le iban a dar se lo dieran mejor a un mendigo que estaba en la entrada de la iglesia.
POR DIOS
Nidia tiene años de hacer las cruces el Domingo de Ramos. Ella no cobra por eso.