Es y seguirá siendo un acto de fe por excelencia, ante un mundo de incertidumbre e injusticias. Así piensan muchos feligreses panameños, que con mucha convicción recurren al vía crucis, para reflexionar sobre tantos problemas que le agobian en busca de mejores días.

Ayer, un grupo de feligreses se dio cita en El Parador de Pedregal, para hacer ese valeroso acto de fe que dejó el mismo Jesús a su paso por la tierra.

El sacerdote Domingo Escobar señaló que ante un mundo oprimido y carente de libertad, el camino a la cruz trae una voz de aliento y de esperanza. Aseguró que Dios no abandona a sus hijos, a pesar de las dificultades que se están presentando, tales como los escándalos de corrupción, desempleo, el hambre y sed de justicia, entre otras.

Expresó que ante tantas situaciones de pecado, sólo hay un camino posible que es capaz de resolver todo, y es precisamente Cristo Jesús, aunque todo pareciera indicar que no hay más salida que una vida de pecado.