En su infancia, a Juan Pablo II sus amigos lo llamaban Lolek, y todavía usan ese diminutivo sus parientes y algunos íntimos suyos de Polonia.
De joven mostró un gran interés por el teatro y la literatura polaca. Trabajó arduamente como obrero en una cantera. Es el primer papa venido de un país comunista. Es el primer papa en ser herido de un tiro en la calle. Es el primer pontífice católico en ingresar a un hospital público. En Navidad, suele obsequiar a algunas amistades, a los cardenales y a todos los trabajadores del Vaticano, una botella de vino y un pan dulce de limón con pasas. Todos los Viernes Santos va a confesar a la basílica de San Pedro. Bautiza en su capilla privada a los hijos de sus amigos o a los de sus más modestos colaboradores, y casó a una mecanógrafa con un cerrajero. Ha realizado tres exorcismos durante su pontificado, el más conocido fue en 1982, a una joven mujer que se revolcaba en el piso durante la audiencia general en el Vaticano. El 13 de abril de 1986 realizó un gesto histórico al visitar la sinagoga de Roma, situada frente al Vaticano, al otro lado del río Tíber. El 12 de marzo de 2000, pidió perdón por las faltas humanas cometidas en la iglesia católica, haciendo referencia a las cruzadas, la inquisición, la discriminación hacia las mujeres y las etnias.
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