Más de una docena de vehículos articulados (mulas) se mantenían desde la mañana de ayer apostados en las calles adyacentes al sector fronterizo de Paso Canoas, como parte de las medidas de fuerza que representantes del sector adoptaron para exigir al gobierno un control a las múltiples irregularidades que se vienen dando.

Como primera acción, los transportistas cerraron el paso a todo vehículo de carga nacional o internacional que pretendía entrar o salir del país; sin embargo, señalaron que si en las próximas horas, la dirección de Aduanas y el Ministerio de Gobierno y Justicia no le brindaban una respuesta a sus solicitudes, estaban dispuestos a solicitar el apoyo a todos los que convergen en el sector fronterizo para hacer más presión.

Se quejan porque los camiones extranjeros entran al país, descargan y vuelven a cargar ilegalmente. Cuando ellos quieren detenerlos, alguna autoridad de la capital les permite seguir viaje.

Los afectados señalan que están ya hastiados de que se afecte el sector nacional, beneficiando a los extranjeros, que cuando a entran a Panamá hacen lo que quieran, sin que se les ponga un control.

Se estima que por día cruzan más de 20 vehículos que entran y salen del país desde y con destino hacia Centroamérica.