Uno de los instantes que más disfrutan las personas es la hora de comer.
Ya sea la hora del desayuno, el almuerzo o la cena, se trata de hacer un "receso" y sentarse a comer con calma.
Pero si usted está enojado, preocupado, estresado o nervioso, es mejor que no coma; primero cálmese, relájese, su organismo se lo agradecerá.
Recuerde que de nada sirve tener al frente suyo unos deliciosos alimentos, sanos y nutritivos, si se los va a comer indispuesto, eso es como una bomba para su estómago.
La buena disposición en que usted digiere o asimila la comida es tan importante como el tipo de alimentos que ingiere.
Igual pasa con los niños, por lo que se sugiere no obligarlos a comer cuando estén disgustados, puede provocarles molestias estomacales.
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