El piso está manchado de aceite. (Foto: Adriano Duff / EPASA)
Jesús Simmons
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¡Asqueroso! Con sólo un año de vida, el estado en que se encuentra el puente del Hospital Integrado San Miguel Arcángel (HISMA), deja mucho que desear.
Paredes rayadas, barandas llenas de polvo, "pataconcitos" por todos los rincones, es el sello de desidia que le han dejado los usuarios a esta infraestructura.
Al consultar a uno de los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que labora como ascensorista, explicó que el problema se da por unas carretillas que venden "hot dog" arriba del puente.
También denunció que desde hace rato, los abanicos de los elevadores se dañaron y algunas luces están quemadas, por lo que hace muy incómodo el trabajo.
En tanto, los voceros del MOP aclararon que ellos no son los responsables de la limpieza del puente y enfatizaron que su responsabilidad es sólo asignar a los ascensoristas y achacaron su mal estado a la empresa que lo donó.