Nunca pensó que perder a un ser querido sería tan difícil
Perder a un familiar requiere de un proceso de recuperación adecuado. (Foto: ILUSTRATIVA)
Yanelis Domínguez
| DIAaDIA
Perder a un ser querido y, sobre todo a un hijo, es la experiencia más devastadora por la que pueda pasar un ser humano, aseguró Jilma Lamboglia, quien hace un tiempo perdió a su hijo.
El primer sentimiento que la embargó fue querer morir con su hijo, sin importar con el resto de su familia. Esta situación la llevó al caos total, admitió que el dolor era tan profundo que casi no podía mantenerse en pie, solo respirar era causa de dolor.
Sumida en esta situación buscó ayuda en la Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz, donde la guiaron poco a poco y aprendió que la persona es capaz de sobrevivir sin llegar a la locura y que toda situación se puede superar si se tiene alguien en quien apoyarse.
Durante las múltiples sesiones, Jilma aprendió a tener paciencia y vivir un día a la vez, olvidándose de las cosas materiales que rodeaban su vida y enfocándose exclusivamente en su familia.
"Siempre pensé que jamás volvería a ser feliz de nuevo, ahora mi alegría tiene la riqueza y, sobre todo, la profundidad de haber conocido el dolor intenso y también de alguna manera experimentar la curación, no el olvido, pues mi hijo siempre estará en mi corazón".