Ya empieza a hacerse costumbre. El español Fernando Alonso ganó con Renault su segundo gran premio consecutivo, al imponerse ayer en Bahrein, tercera prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, tras haber dominado de principio a fin las calificaciones y la carrera, al estilo Schumacher del año pasado.

Alonso, que refuerza su primer lugar en el Mundial de pilotos (26 puntos), entró delante del italiano Jarno Trulli, cuyo Toyota fue el único en no haber sido demasiado relegado por Renault.

Trulli terminó a 13 segundos del vencedor y logró un segundo puesto consecutivo, tras haber conseguido el primer podio para Toyota en Malasia.

Tercero, a 32 segundos, el finlandés Kimi Raikkonen, que largó en novena posición, permitió que McLaren-Mercedes suba al podio esta temporada.

En cuanto al séptuple campeón del mundo, el alemán Michael Schumacher, cuyo nuevo Ferrari F2005 pareció capaz de luchar por un buen puesto final al clasificarse en primera línea al lado de Alonso, terminó traicionado por un problema mecánico.

En la duodécima vuelta y en momentos que Schumacher estaba a pocas décimas de segundo de Alonso, su auto falló totalmente una curva a izquierda. El piloto alemán, al darse cuenta de que no lograría enderezar su monoplaza, prefirió seguir derecho para después efectuar un trompo y volver a la carrera, pero al final desistió y llevó el Ferrari a boxes para abandonar, dejando a Alonso en solitario.