Una garza en un pantano de Dakar, Senegal. Las playas y las costas del oeste de África están amenazadas por una grave degradación mediambiental, debido a la carencia de infraestructuras y a la falta de concienciación de los humanos sobre el débil ecosistema marino.
Por tal motivo, las garzas y garcetas vienen a lagos artificiales y pantanos en el centro de la ciudad.
Este año se ha puesto en marcha un proyecto de cuatro años, promovido por el Departamento de Desarrollo de Naciones Unidas para ayudar a solucionar estos problemas.
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