Qué tal Moza, cómo anda. Es la primera vez que le escribo porque ya me estoy cansando de la situación que vivo. Todo mi problema es con mi esposo de 40 años. Él era perfecto, me atendía, me trataba como una reina y no permitía que a nuestros hijos les faltara nada. Ahora, todo eso se perdió. Sólo piensa en él, dice que aún está joven y puede hacer otras cosas que no sean dedicarle el 100% a su hogar.
Ya ni me da mimos, no juega con los niños y se arregla más; es más, cada vez que va de compras llega a la casa con cremas, perfumes, en fin, cuanta cosa para verse mejor.
Además, sale solo y no le gusta estar con nosotros. Eso me tiene preocupada porque veo que cada vez está más distante, no quiero perder a mi esposo porque lo amo.
Moza, he hablado con él y le he dicho que me siento sola, que lo necesito porque somos una familia.
También he hablado con su mamá y le he contado lo sucedido y ella me dice que no le ponga atención a eso que es la edad, que él nunca me dejará.
Me dice que tome las cosas con calma, pero veo que se ponen peor cada vez.
Rosangélica
HABLA CON EL
Al parecer tu esposo está pasando por el síndrome de los 40, que es cuando los hombres se sienten chiquillones.
Ese problemita a muchos les pasa, pero a otros no; por lo tanto, si ves que eso continúa por un tiempo más, es mejor que tomes cartas en el asunto.
Por otra parte, de que se arregle no está mal, pero que no te ponga atención y a tus hijos está mal.
Conversa con él nuevamente y hazle entender que la situación te está acabando.
Tienes que hacerle entender que no puede dejar a un lado a su familia y menos a sus hijos que tanto lo necesitan.
En cuanto a las salidas, eso está mal porque él está casado.
Y por Dios, no permitas que tu suegra opine, eso puede traer graves problemas; aunque no lo creas, ese conflicto lo debes resolver tú y tu esposo y no tú con su madre.