Unos policías alemanes esconden, cerca de una iglesia, el cuerpo de una mujer asesinada por un tamil, además de otras tres personas que fueron heridas con una espada de samurai durante un acto religioso protestante en Stuttgart, Alemania. En la iglesia habían decenas de personas, cuando un enajenado joven irrumpió en el templo y empezó a blandir una espada.