Aquel a quien le corresponda suplir al Papa Juan Pablo II, tendrá una responsabilidad de marca mayor. De por sí es difícil ser Papa en momentos en que los católicos del mundo han tenido que enfrentar escándalos por conductas sexuales contra niños, además de cambios en el mundo relacionados con el terrorismo, las guerras modernas y la proliferación de sectas en el mundo. Como dijo un cardenal mexicano, es difícil calzar las sandalias del gran pescador que fue Juan Pablo II y, más difícil aún, encontrar a un líder tan carismático como él. Entretanto, la expectativa por el nuevo Papa crece.
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