Román Riquelme, internacional argentino del Villarreal, guió a su equipo con talento hacia la gesta histórica de las semifinales de la Liga de Campeones, después de derrotar 1-0 al Inter de Milán en una fiesta que se vivió en el estadio de El Madrigal.
El duelo argentino que disputaron Villarreal e Inter se lo llevó el equipo amarillo.
Riquelme le pintó la cara al Inter de Zanetti, de Verón, de Samuel, de Cambiasso y de Julio Cruz.
Todo el Inter de las estrellas argentinas cayó ante el espectacular partido que firmó Riquelme, con la ayuda del uruguayo Forlán, con el esfuerzo impagable de Sorín, que acabó con una brecha en la cabeza, y con Arruabarrena, autor del gol, bajo la dirección de Manuel Pellegrini en el banquillo.
Ganó el Villarreal 1-0 al Inter de Luis Figo, a un equipo italiano que salió a aguantar el resultado de la ida, un 2-1, que Roberto Mancini y sus pupilos creían que eran suficiente.
Villarreal se volcó con el equipo de su ciudad. Es el premio que recogió Fernando Roig, un empresario que con paciencia y buenos consejos, ha construido un club que es la envidia del fútbol europeo.
CAUTELA
Ambos equipos parecían saltar al terreno de juego con los primeros minutos del partido de ida en la memoria y tomaron muchas precauciones.
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