Dos goles del siempre oportunista Filippo Inzaghi y uno del ucraniano Andrei Shevchenko, en los últimos instantes, dieron el triunfo al Milán sobre el Lyon 3-1 y, con ello, el pase a las semifinales de la Liga de Campeones.
El 3-1 final no puede ser tan engañoso. Y es que el Lyon fue mejor que un Milán oscuro, pero que encontró la fortuna cuando menos lo esperaba, y que solventó un partido en el que fue inferior durante gran parte, en el que sufrió en exceso.
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