El salvador es convocado desde el bullpen. Mientras comienza su camino por la grama desde el jardín hasta la lomita, la multitud en el Yankee Stadium se levanta y comienza a aplaudir. La casa llena grita a rabiar, y cuando el anunciador presenta al lanzador, los gritos se vuelven ensordecedores.
Cuatro jugadores del cuadro y el receptor José Molina esperan en la lomita junto con Joe Girardi, todos ellos esperando al lanzador, porque su entrada es siempre un evento que no se puede perder. Llega a la lomita. Girardi le da la pelota.
Todos miran cómo calienta el panameño Mariano Rivera en la novena entrada, listo para cazar a Lee Smith en la lista de los mejores cerradores de todos los tiempos.
En la presente campaña, Rivera suma dos juegos salvados (sin incluir la jornada de anoche) para colocarse a 33 rescates de la marca del ya retirado Smith, quien ocupa la segunda casilla en este departamento de inmortales.
Cabe mencionar que el orgullo de Puerto Caimito no ha permitido carreras en en dos partidos en los que ha visto acción este año. Ha trabajado dos entradas, con un imparable permitido y dos ponches recetados.